lunes, 9 de junio de 2008

Espejo


Al mirarme al espejo ya no veo lo mismo que veía hasta hace escasos meses:

Veo una persona más serena, más desinteresada, más calma. Veo una adolescente seria que disfruta poco del descontrol, porque la pone nerviosa y es tan pensante que no tolera perder los estribos porque la hace sentir insegura y le da miedo dejarse llevar por sentimientos no analizados anteriormente cuya exposición puedan dejarla en el foco de las miradas que la juzgarán sin piedad. Dentro de su mirada se ven las secuelas del cansancio y de una gripe que no da tregua y la deja de cama, algo que no sucede a menudo, ya que no se enferma con frecuencia, gracias a lo bien que se alimentaba. Y hablo en pretérito porque cada vez come peor, y no hablo de la falta de ingesta de alimentos, sino el desorden en el que las ingiere: desayuna un té y si su estómago ruge constantemente en el colegio se compra un par de medialunas o un alfajor triple, almuerza si tiene ganas y a la hora que tenga ganas, generalmente no merienda más que un yogurcito bebible o un tecito y en la cena come cantidades aceptables sólo en caso de que le agrade el menú o tenga un apetito considerable; y si come demasiado le duele la panza, ya desacostumbrada a grandes ingestas alimenticias.

También se puede ver a una chica que busca desesperadamente en su interior su vocación, que se desespera al caer en cuenta de que aún no sabe con certeza qué quiere hacer en su vida, y que se tortura noche a noche pensando en que cabe la posibilidad de que jamás encuentre al amor de su vida y no logre formar esa familia que tanto anhela.

Es una persona sensible, no cabe la menor duda, y que se esconde detrás de su fuerte carácter y personalidad para no salir lastimada; y cada vez le sale mejor, pocas cosas la afectan seriamente y por un tiempo prolongado, su determinación se acrecienta día a día, preocupándola, ya que comienza a sospechar que no puede dar un paso atrás en alguna decisión y que eso no le hace bien, porque se olvida de los grises que jamás logró entender muy bien y mucho menos aceptar.
Con ella no hay punto medio o te ama o te odia, o le caes bien o no. Y no la desilusiones porque ahí se olvidó de vos y te borra de su vida, prematuramente, quizás sin pensarlo lo suficiente, pero tampoco es algo que haga a consciencia sino más bien algo que le sale naturalmente sin que se detenga a pensarlo o si quiera a sentirlo. Tan sólo sucede y muchas veces ni ella lo entiende.

Es difícil entenderla, cada día le encontrás algo diferente, cada día, ella misma, descubre otra cosa de sí misma que ignoraba y a veces, a veces se asusta de lo rápido que crece, ya sea tomando buenas o malas desiciones.

2 comentarios:

Fabiana dijo...

No tengas miedo, todo eso que sentis en algun momento todo lo pasamos, son etapas de la vida. Vos lo único que tenes que hacer es disfrutala, son momentos de los cuales no volvemos jamas, y mientras sigas tus ideales aunque sea ser buena gente nomás ya con eso es suficiente, despues todo llega!! novio, pareja, hijos, profesíon ....y cuando lo tenemos queremos volver el tiempo atras!! jajaja Besoos bonita!!!

Ale dijo...

Uf... me hiciste acordar a una época de mi vida. Y no sé por qué lo digo como si fuese pasado, porque aún hoy me hago algunas de esas preguntas. Y creo que siempre nos las vamos a hacer.

Y te digo, ojalá nunca se terminen. Porque terminar de preguntarse cosas es conformarse a algo, es dejar de inquietarnos por lo que nos pasa. Y dejar de sentir, de cambiar, de redescubrirnos es morir un poquito. Es aceptar que ya todo sigue igual.

Sin embargo, para mi, todo cambia. Nosotros cambiamos. O no sé... quizás no cambiamos, pero tardamos muchísimos años en darnos cuenta cómo somos realmente. Puede que un día te despiertes segura de quién sos, y todas estas preguntas desaparezcan.

Pero también puede que dentro de mucho tiempo te des cuenta que sos otra, distinta a quien pensabas. Y aunque al leer esto quizás digas "puta madre, que feo sería", personalmente creo que es al revés. Qué bueno sería redescubrirse cada tanto tiempo, encontrar algo que no vimos, un detalle olvidado de quienes somos.

Que bueno, porque sería volver a empezar. Y aunque parezca que volver a hacerlo es algo feo, para mi no lo es. Porque cada comienzo es una nueva oportunidad de cambiarlo todo, de sentir otra vez, de volver a vibrar por las cosas que nos rodean. De saber que estamos vivos, y que algo nos afecta.

Está bien que te preguntes estas cosas, es lógico que te generen angustia, pero no dejes de creer en vos... y date cada día una oportunidad para reencontrarte. Una oportunidad de ver en el espejo lo que hoy no ves.

Un beso, que tengas suerte :)