domingo, 25 de octubre de 2009

El 5 de diciembre tocan en Ferro, Las Pastillas del Abuelo.

Sus canciones siempre me parece que hablan de mí, que me pintan entera, de cuerpo y de alma. Y también siempre me recordará al primero que me dio verdaderas esperanzas de ser algo junto a otra persona, gracias a otra persona. Las cosas, por una gran serie de motivos, no pudieron ser, no fueron, pero Las Pastillas, siempre nos cantaron, nos siguen cantando, a él, a mí y a los dos. A ese verano, nuestro verano, a pesar de las distancias.

Quiero ir al recital, quiero despedirme de él, de esa historia. Siempre digo que no soy romántica, que no me gustaría serlo, pero debo admitir que es una manera romántica de decirle adiós y gracias. Adiós porque ya hace tiempo que decidí no subir más por sus tantas escaleras y gracias por haberme enseñado a saber cuándo parar. Adiós porque ya no le encuentro otra vuelta de tuerca a la situación y gracias por haber sido lo más lindo en ese verano y por haberme enseñado mejor es amar a quien llora por tí.

Me resulta imposible
despedirlo de otra manera. Aunque de alguna forma ya le dije adiós, ese, el de esa noche, va a ser el definitivo. Como ya conté, la música siempre me acompaña, y así como Las Pastillas me acompañaron cuando la esperanza de ser algo juntos era una realidad necesito que me acompañen para decirle chau para siempre.


Edit: Ale, te recomiendo Las Pastillas del Abuelo, cuando te leo recuerdo sus letras y cuando los escucho a ellos recuerdo alguno de tus escritos.

jueves, 15 de octubre de 2009

Estoy pasando un momento muy productivo, no paro nunca; y me encanta.

Participo en el Congreso que está organizando el colegio, en las Olimpíadas de Filosofía, en un proyecto muuuy copado que termina el mes que viene en la Legislatura porteña -que conocí el martes y es bellísima- presentando dos anteproyectos de Ley hechos por alumnos de 4tos años de varios colegios de la Ciudad de Bs As, las materias curriculares del colegio que tampoco debo ni estoy descuidando, y el que más tiempo me lleva: UBA XXI. En el primer parcial de ICSE me saqué un ocho, y eso me da la pauta de que el tiempo que le dedico es sumamente productivo, no sólo por la nota sino también por lo que aprendí.

Realmente todo esto tapa con felicidad todos los agujeros que cavaron las pérdidas que me tocó sufrir este año. Cada vez asumo con mayor cotidianeidad las caretas que me rodean, algo que creía ya tenía totalmente superado, la indiferencia de personas que fueron importantísimas en mi vida y de las cuales prefiero recordar lo mejor, los buenos momentos y las enseñanzas de lo malo pero sin incluir el dolor en el combo. Y de estas numerosos y copadísimos emprendimientos me llevo de todo, no sólo me refiero a los contenidos que hacen a lo que son, que son muy importantes y han cambiado mi forma de pensar o ver ciertas cosas, sino a la posibilidad de haberme demostrado a mí misma que puedo pelear en varios frentes con el mismo éxito, disfrutándolo, sintiéndolo un placer antes que una carga pesada, ya que siento que me estoy formando para el futuro, para mi carrera, porque todas estas cosas están super relacionadas con lo que me apasiona, o al menos así lo pienso yo y con eso es suficiente.

Ya empecé mi camino a la Licenciatura ¿Qué más puedo pedir?

PD: a uds, amigos, los sigo leyendo, a pesar de mi ausencia escribiendo.