
Estás distante, no me registrás, te sentás al lado mío y no pronuncias palabra, no existe el contacto físico cariñoso de la semana pasada, me ponés de mal humor, te lanzo dardos venenosos a los que aparentás ser inmune. Me pedís perdón, te excusás diciendo que estás hecho un pelotudo, me pedís empezar de cero, hacer borrón y cuenta nueva, te perdono queriendo creerte. Tu nick grita a todos tu contactos que amas a tu ex novia, te escondés detrás de los desperfectos de la tecnología, me la como doblada y te creo, te lo tomás con calma y cambias de tema como si nada hubiera sucedido. Pasás por delante mío, arrojás una de tus excusas y seguís de largo desoyendo lo que tengo para decirte. Por mensaje de texto prometés invitarme a salir para hablar e intentar "mejorar como pareja, jaja".
Yo estoy sentada en mi computadora, escuchando "Like a prayer" -las coincidencias no existen- preguntándome, en primer lugar, si somos una "pareja" siendo tan diferentes, sin tener temas de conversación en común más que el fútbol, siendo el agua y el aceite, en segundo lugar, si encontraremos una manera de sacar la relación adelante teniendo pensamientos y concepciones de la vida tan diferentes, y en tercer lugar, si tengo ganas de sacar esto adelante cuando no me despertás absolutamente nada positivo, ni siquiera esa simpatía inicial, ni las ganas de comerte la boca por horas que antes sentía; ya se evaporó todo, tan repentinamente como nació.
Pero me hacías bien, me hacías mucho bien...Cuando eras el chico tierno y atento, no el frío y despistado de ahora.