viernes, 5 de diciembre de 2008

La primavera sieeeeeempre me trae amor!


La noche comenzaba a finalizar, mis esperanzas, al ver el lugar casi vacío, se incrementaron fugazmente, la insistencia de mis amigas se tornaba más fuerte, el latido de mi corazón se aceleraba, y el efecto del poco alcohol que había ingerido comenzaba a dar efectos.


Mi amiga me dio el último empujoncito que necesitaba, y yo, tímidamente le pregunté si quería bailar, y dijo que sí, y me agarró las manos. Bailar, lo que se dice bailar, bailamos poco, besarnos, nos besamos mucho.


Su boca y su lengua, me hicieron sudar pasión, su cuello me tentó y mi lengua se cansó, mis manos lo acariciaron suave y lo agarraron fuerte, sus brazos me sostenían y me inclinaban a un costado, sus ojos abiertos me miraban mientras que los míos, cerrados, lo sentían.

Mi cuello comenzaba a dolerme, mis pies se cansaban de estar sobre las puntas, lentamente fui caminando hacia la pared sin que nuestras lenguas dejaran de jugar, una vez sobre ella nuestros cuerpos se pegaron mucho más, mis manos pasaron de su espalda a su cara y de su cara a su pecho, mi cara se posó en su hombro y el colocó la suya sobre la mía, encastrando como un rompecabezas de quinientas piezas.


Cuando estaba a punto de irse, cuando la fiesta concluía y el volumen de la música bajaba lentamente, le pedí su número de celular, ayer le envié un mensaje de texto, me pidió que le pasara mi mail...Y comenzamos a descubirnos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

wuau!
es algo similar lo q me pasó.. es una sensacion exquisita...y ahora? a descubrirnos....