miércoles, 14 de enero de 2009

De mentiras y verdades...



He llegado a la conclusión de que vivir mintiendo es más fácil que vivir siendo sincero…Es más fácil porque te da mayor libertad para decidir y operar, pero yo no quiero vivir en una mentira, yo quiero ser sincera, no sólo por los demás, sino por mí, porque mentir es como estar maniatado, es muy difícil sostener una mentira, uno debe estar pendiente de muchas cosas, no debe dejar escapar ningún detalle, ya que el más mínimo error te deja en evidencia. Tampoco entiendo por qué la gente se escandaliza tanto frente a una mentira, si todos lo hacemos, porque en algún momento de nuestras vidas necesitamos despojarnos de la opinión ajena (porque eso de que lo que digan los demás no importa, es una gran mentira) y los prejuicios para poder tomar una decisión que quizás, al resto del mundo le desagrade o le parezca inadecuada, no se trata de engañar a los demás, generalmente se trata de poder ser sinceros con uno mismo.

Muchas veces nos cuesta tomar decisiones por el qué dirán o porque sabemos que alguna/s persona/s se sentirán afectadas por dicha decisión o la reprobarán, haciéndonos más difícil la ya complicada tarea de hacer lo que uno siente o considera mejor, es por eso que se opta por ocultar por un tiempo algún cambio en nuestras vidas o planes que uno proyecta, nos ahorra problemas, o más bien, retrasa los problemas. Voy a dar un ejemplo para graficarlo mejor: uno va a mudarse de casa…¿Para qué contarles los planes a gente que no pincha ni corta pero que probablemente quiera entrometerse en la elección del futuro hogar? Cuando se concrete uno va a tener que contarlo, pero es mejor hacerlo cuando ya está todo listo y no cuando aún se trata sólo de una idea, porque de hacerlo uno se arriesga a ser molestado por algo que puede no realizarse.

Mentir es un acto de egoísmo para con los demás, pero es peor ser egoísta con uno mismo y a veces la mentira resulta ser una excelente herramienta para poder ser generoso con uno.

4 comentarios:

Ale dijo...

En realidad, más que mentir, es no hablar de ciertos temas con ciertas personas. Porque es como decís, con gente que ni pincha ni corta no vale la pena siquiera; sin embargo, con la gente íntima creo que sí. E incluso aunque no se concrete lo que tenemos planeado, no importa, lo lindo es poder contar el proyecto que tenemos, compartirlo. Si no se cumple se hará otro o quedará en el recuerdo, pero tampoco da que nos callemos cosas por si no salen como esperamos.

Pero repito, con gente de confianza. Pero eso creo que lo relaciono con todo, me parece innecesario hablar de muchísimas cosas (pero muchísimas eh) con gente que ni nos va ni nos viene. No solo en cuanto a esto.

Ahora, si hablamos de mentiras, si. Todos mentimos muchas veces, y seguramente lo seguiremos haciendo. Pero depende de qué mentira se dice y en qué momento para juzgar si eso fue bueno o malo. Y aún si fuese malo, sería un error, y errores podemos cometer todos.

Personalmente, me gusta que me sean sinceros y me duele mucho cuando alguien me miente. Mi confianza se quiebra, y me llevé muchas desilusiones por eso. Pero ojo, me rompe el corazón que me mientan cuando se trata de algo relacionado entre la persona que me miente y yo. No lo soporto, me parece innecesario porque siempre estoy dispuesto a escuchar y hablar, aunque no me gusta lo que tenga que oír.

Eeeeeeeeeeeen fin, un beso Sofi, espero que andes bien.

Sebas dijo...

Creo que siempre es importante compartir las cosas con la gente de confianza, sean para bien o para mal y mentir a la larga siempre trae muchos problemas..
besos!!

Anónimo dijo...

gracias infinitas por el consejo y la reflexion que dejaste en mi blog el otro dia. Realmente me fue de gran ayuda, el hecho de que alguien haya pasado por lo mismo (aunque en diferente medida todos pasen por eso), alguien que entienda a lo que uno se refiere exactamente es como... "liberador". Uno se siente comprendido,
muchas gracias, mas que muchas (:

m a r i e dijo...

¿Mentir y ocultar? La verdad esta a salvo de la gente