Balance anual

Maduré y crecí mucho este año, me animé a ver un montón de cosas que antes no quería, tal vez ese crecimiento haya lastimado a mucha gente que no supo adaptarse a mi nuevo yo, pero sé que curaron las heridas que le hice a otra gente que me aprecia muchísimo y que hoy por hoy puedo volver a contar con ellos y ellos conmigo.

Me dí cuenta que las piedras, no son más que obstáculos que hay que pasar, las piedras nunca son más grandes que nosotros a pesar de que sea eso lo que sentimos, las piedras están puestas para que las sorteemos y podamos crecer un poco más, las piedras son las consecuencias de nuestros actos y de los de quienes nos rodean, las piedras más grandes nos las ponemos nosotros, porque muchas veces queremos ver piedras para no ver el vacío.
Crecer duele pero como canta Cerati “del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer” y en ese crecimiento vemos cosas que nunca vimos y dejamos el pasado atrás para poder pensar en lo que viene en el futuro, y a partir de ello comenzamos a proyectar lo que queremos en nuestra vida y empezamos a luchar para conseguirlo.

Este 2007 fue positivísimo, rescaté cosas del pasado y enterré otras, y aprendí a ver con otros ojos las cosas de todos los días, ayudándome a sobrellevarlas con más tranquilidad, humor e ironía.

Agradezco por todo lo que me dio este año que se fue -uno de los mejores de mi vida- y espero con ansias todo lo que traiga este joven 2008.

Muchos éxitos y felicidad para ustedes.

PD: mi Navidad fue muchísimo mejor a lo esperado, realmente el día del padre los hizo sufrir una clase de metamorfosis.