lunes, 16 de febrero de 2009

Y ahí se va él...


Y ahí se va él, con sus fugaces despedidas y acá quedo yo…Queriendo más, extrañándolo desde el momento en que leí la última letra que sus dedos me escribieron en su teclado, desde la intimidad de su alma.

Y ahí se va él, a descansar su cabeza, que según contó anda descolocada pero tratando de reubicarse, temiendo por lo que se le va escapando…Y acá quedo yo, esperando que sean los sentimientos que yo les despierto lo que le escape a su control.

Y ahí se va él, misterioso como siempre, dejando puntos suspensivos detrás de todo lo que dice…Y acá quedo yo, descubriendo lo que él deja librado a mi interpretación, permitiéndome descubrir su esencia como sabe que me gusta, desconociendo a su vez lo desesperante que puede llegar a ser cuando en mi cabeza giran ideas dispares.

Y ahí se va él, dejándome una sonrisa en el rostro, esa que hoy depende de él…Y acá quedo yo, aliviada por los fantasmas que se fueron a atormentar otro corazón y feliz de haber comprobado que entre nosotros dos las cosas están intactas, que la magia está esperando una varita que la dispare.

Y ahí estamos los dos, lejos pero cerca, cerca pero lejos, esperando el momento indicado para sacar nuestras varitas y desatar la magia.

Y ahí están Las Pastillas, cantándome desde los parlantes de la computadora “Cualquier estación es primavera con vos, pero cuando te vas…”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Suena como cuando te enamoras de alguien que esta lejos... u_u, se lo que se siente...