viernes, 19 de octubre de 2007

Hoy, a las 18:00hs aprox.

Cuento las horas que faltan para vernos la cara de nuevo, cuento los minutos que faltan para poder contarte cuánto te extrañé y necesité a lo largo de estos larguísimos seis meses, que se pasaron rápido en el cole pero lentos cada tarde en la que, pensaba, podría haber estado comiendo una de tus ricas tortillas de papa y cebolla y chusmeando juntas cualquier drama familiar que transformamos, a pura risa, en comedias yankees.

Hoy volvés, hoy se terminan tus "vacaciones" en España junto a la numerosísima familia que allí tenemos, hoy Joaquín comienza a extrañarte y a contar los días para tu hipotético regreso, ahora nos toca abuela a Eze y a mí, ahora el que tiene que mandar regalitos es él - ¿Te acordás cuán locas nos volvió con sus benditas Bananitas Dolca? Creo que eso es todo lo que recuerda de su Argentina natal-, ahora el panqueque se da vuelta y voy a poder disfrutar nuevamente de las tardes con vos, y de los helados, y de los paseos por la peatonal Florida -esta vez sin clases de inglés de por medio-, y de los chismes, y del fútbol, y del diario y de las risas escandalosas por la calle mientras cruzamos en rojo corriendo y con tacos altos.

Esta tarde nos vamos a volver a ver, es el momento que vengo esperando desde aquel 19 de abril -seis meses justos, justos- a las 20:45hs cuando subiste por las escaleras mecánicas hacia el pre-embarque y te ví por última vez. mientras ambas nos saludábamos con la mano conteniendo las lágrimas que se esforzaban por salir.

Necesito de tu compañía, sobre todo ahora que Independiente esá puntero y jugamos con tu San Lorenzo poco querido -le da bola al fútbol, no a su equipo, jaja- este domingo, que también es, el día de la madre.

Gracias por volver abuela, te extrañé y te quiero muchísimo; espero que te guste el cartel que cuelga de tu mueble de madera -creo ya escuchar tus reproches al respecto "La cinta scoch me va a arruinar el mueble!"-, el vino y el llavero que te traje de Mendoza, lo que muestra la ansiedad con la que te esperaba.

PD: Espero que cumplas con la promesa de traer a Messi con vos, jajaja.

2 comentarios:

Kramer dijo...

Las abuelas... ¿Qué cosas no?

Que descuidada la tengo a la mia...

Anónimo dijo...

Hay ciertas cosas que deben hacerse en determinado momento, una vez que ese tiempo expira, por más onda que le pongan ambas partes, el hecho termina por fracasar.
Sé que eso no va a pasar porque MIS tiempos son diferentes con respecto al de los demás, por momentos voy más rápido, y por otros más lento, y hoy, por el bien de todos, prefiero ir despacio, pero no por eso menos seriamente. Sus tiempos van a contra reloj, despacio, tratando de no tropezar consigo mismo…

Mis ganas de poner las cartas sobre la mesa desde el inicio para evitar factibles problemas futuros hace me moleste su “doble cara”: por un lado me adora y quiere estar conmigo, pero por otro le da vergüenza el qué dirán y a mí me tiene MUY sin cuidado lo que pase dentro de cabezas ajenas, a mí me importa solamente lo que sentimos nosotros, y si eso es fuerte, los dos lentamente iremos resignando ciertas cosas y dejando de lado nuestro orgullo par poder llevar las cosas a buen puerto

Yo estoy dispuesta a resignar ciertas cosas, a limar esos defectos que siempre amé de mi personalidad (amo mis defectos porque esos que me hacen lo que soy) pero no sé si está dispuesto él a bancarse mis miserias humanas (todos tenemos) que por más ganas que tenga no puedo eliminar por completo, un claro ejemplo son mis enfermizos celos que ya le mostré en varias oportunidades obteniendo como respuesta “no me gustan estas escenitas, así que no las hagas” Con tan poca tolerancia, vamos mal.