Tiempo de Reflexión

N dice:
cada vez te entiendo menos.
N dice:
parece que no querés que te quiera, sino alejarme.

Me quedé atónita, jamás esperé esa respuesta aún cuando sabía que podía sentirse agobiado de mis malos días, de mis reproches, de mis ocultos y desesperados "amame".

Esa frase me hizo pensar mucho, analizar nuevamente dónde es que estoy parada y dónde quiero estaro.
Llegué a varias conclusiones, algunas de ellas no llego a comprenderlas a la perfección y otras me sorprenden pero sé que es lo mejor:
1) como no puedo dejar de amarlo, voy a dejar de pensar en lo que siento (es ridiculísimo, pero veremos...)
2) voy a tomarme nuestra relación como lo que venía siendo hasta que él tomara conocimiento de cómo eran las cosas en verdad.
3) voy a tratar de suprimir mis constantes e imaginarios planes de vida junto a su ser.
4) voy a acallar las voces de mis amigos que no paran de repetir cual un loro hambriento que él está muerto conmigo pero que aún no se da cuenta.
5) voy a iniciar de cero la nueva relación que dí inicio con mi bocota que como siempre no pudo callarse.
6) voy a devolverlo al lugar que siempre ocupó y del cual nunca debí haberlo movido; el de amigo, y como tal dejará de ser lo que más atraiga mi atención, seguiré estando pendiente de él porque el amor no me permite desatarme a tal punto, pero viviré mi vida por mí y no por él y no voy a vivir para saber qué hace y qué deja de hacer...Últimamente mi vida era eso...

En conclusión: será mi amigo nuevamente, no más que eso. Ya no voy a andar detrás de él, voy a dejar que el mar siga con el camino de la corriente y yo seguiré recorriéndolo desde la orilla, ya sin ansias de sumergirme hasta que el calor que ambos sintamos sea demasiado fuerte y necesite ser apagado. No lo quiero perder, y para eso, aunque suene contradictorio, debo alejarme, al menos mi corazón y cabeza deben hacerlo.